Viernes, 02 de abril 2004. 19:00h.
Miquel Gil - Kata
Loco Mateo, Erudito Orellana, 12 Valencia

Con su anterior disco Orgànic, Miquel Gil supo iniciar un nuevo capítulo en su carrera artística y consiguió el premio al “Mejor Disco en Catalán”en 2002 (premios Enderrock). Ahora, con Katà, profundiza en lo que le valió este galardón: “Ha tenido tiempo para pensar, para observar y estudiar su entorno mediterráneo y recoger sones, canciones y soniquetes, señas de identidad a veces olvidadas. “Un trabajo para todos los públicos, emocionante por su capacidad de mostrar la cantidad de músicas cercanas que sólo esperan ser reconocidas.” (Jordi Turtós)
Katà descubre los estratos de las tierras levantinas, andaluzas, mallorquinas y catalanas que recorre en su viaje por el Mediterráneo español, por mar y tierra adentro. Sus escapadas al norte africano, Grecia y Turquía echan luz sobre cercanías y parentescos culturales que siempre se sospecharon. Miquel los demuestra sin complejos: ritmos “irregulares” con aire turco, granaínas y fandangos, gnawa, valencianas, jotas, rembetika, picados mallorquines, danzas montañesas, boleros...

Las palabras de Miquel Gil no podrían ser más claras: "tres [son] los vértices de la música mediterránea, [...] el raï, el rembetika y el flamenco. A cincuenta kilómetros de mi tierra comienza el cante jondo y la parte andalusí de nuestro patrimonio musical está relacionada con el flamenco. No creo en la impermeabilidad de la música tradicional, la música siempre ha sido trasvase, el mestizaje no lo hemos inventado nosotros, lleva muchos siglos. [...] Valencia es la Terminal Sur, es el final de la línea del norte y el principio del sur. Igual compartimos con lo mallorquín que con Andalucía, con los griegos que con la tradición castellana. En la música de raíz, cuantos más compartimentos-estanco, peor". (extracto de su entrevista con David Alcácer para estaciontierra.com)

El extenso trabajo de recopilación y posterior reinvención de motivos tradicionales hace que la figura de Miquel Gil como cantautor en Orgànic dé paso a la de un Miquel Gil cantaor en Katà.

La amplia geografía que cubre el recorrido de Katà también quedó plasmada en la aportación de grandes músicos como el guitarrista sevillano Raúl Rodríguez (Martirio) que impregna aires flamencos a los palos emparentados entre las culturas valenciana y andaluza. Las dolzainas y los demás vientos de Eduard Navarro (L´Ham de Foc) se están convirtiendo en una marca registrada de la nueva música valenciana por toda Europa. La siempre precisa y sutil percusión de Diego López (L´Ham de Foc) da aires, movimientos y colores particulares a cada uno de los 11 temas del álbum. Xavi Lozano (Eliseo Parra, Lídia Pujol) despliega su habitual ingenio y magia en otros tantos aerófonos de nombres exóticos. Aportaciones como las de Carles Belda (Pomada) y Pep Toni Rubio (Música Nostra) ponen en evidencia el gran reconocimiento del que goza Miquel Gil entre los artistas populares.

Igual que Orgànic y el reciente Iaie de Lídia Pujol, Katà se grabó bajo la dirección y con la aportación creativa de Òscar Roig.

Mención aparte merece otra vez la unión entre música y letra. Con el propósito de continuar su proyecto iniciado en Orgànic, Miquel vuelve a musicalizar poemas de jóvenes poetas de lengua catalana y logra así crear un puente entre las antiguas tradiciones y la palpable actualidad. Sea el temario pragmático o poético, concreto o metafórico, cotidiano o enigmático: Miquel encuentra las tonadas justas para hablar de banderas y fronteras, lunas borrachas y soles drogados, abismos y lluvias, la savia de antigua memoria, las cosas del amor y los mensajes en el móvil, brazos que giran y giran, el mercadeo de espigas y miradas, la flor de la adormidera y el canto del gallo, ojos de una agua profunda, un cavallo de Arabia al galope, o el río escondido bajo la corteza del árbol.

Con Katà ya no podrá esconder Miquel Gil su condición de ser uno de los artistas más importantes de la música popular mediterránea.